ALEXANDER MCQUEEN

Diseñador británico se habría quitado la vida a los 40 años, una semana después de la muerte de su madre Joyce. Desde entonces en varios mensajes en Twitter había dejado constancia del terrible periodo por el que estaba pasando. El último de ellos está fechado el martes. Tras recibir una llamada, la policía acudió al domicilio de McQueen, en el barrio londinense de Myfair, pasadas las 9 de la mañana, donde yacía el cadáver de estilista. McQueen, según el Daily Mail, se habría ahorcado. En un comunicado, la policía descartó cualquier circunstancia sospechosa en torno a su fallecimiento. Su familia, «destrozada» por la «trágica noticia», pidió a los medios de comunicación que se respete su dolor. 
Alumno del famosa escuela Central Saint Martins College of Art and Design, en la década de los 90 formó junto a Stella McCartney y John Galliano, el trío británico que renovó el estilo de las grandes casas de costura. A Galliano le sucedió al frente de Givenchy en París en 1996, con el pelo al cero y calzando las botas de Dr. Martens, lo que le valió el sobrenombre de «el hooligan de la moda inglesa». Dos años más tarde un desfile, utilizando robots que disparaban pintura sobre trajes en blanco, causó auténtica conmoción. Esa capacidad de provocar iba sin embargo a la par con su genio y un sentido de los negocios muy afilado. Socio del grupo Gucci y volcado en su propia firma, poseía boutiques en las principales ciudades del mundo. Ayer, uno de sus desfiles previsto en Nueva York fue cancelado.

Alumno del famosa escuela Central Saint Martins College of Art and Design, en la década de los 90 formó junto a Stella McCartney y John Galliano, el trío británico que renovó el estilo de las grandes casas de costura. A Galliano le sucedió al frente de Givenchy en París en 1996, con el pelo al cero y calzando las botas de Dr. Martens, lo que le valió el sobrenombre de «el hooligan de la moda inglesa». Dos años más tarde un desfile, utilizando robots que disparaban pintura sobre trajes en blanco, causó auténtica conmoción. Esa capacidad de provocar iba sin embargo a la par con su genio y un sentido de los negocios muy afilado. Socio del grupo Gucci y volcado en su propia firma, poseía boutiques en las principales ciudades del mundo. Ayer, uno de sus desfiles previsto en Nueva York fue cancelado.


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